domingo, 4 de diciembre de 2011

Psicoanálisis en el corazón!!

El Psicoanálisis es la experiencia de la verdad de una mentira que el humano ha de sanar, a de trascender, tramitar o depurar, esa ficción que revela por el encadenamiento de piezas que se unen unas a otras es la verdad del goce, o de la novela imposible que el humano se inventa para no permitirse sufrir, pero, nadie puede huir de su verdad, por más otros y más afuera en los que pretenda evadirse, nadie puede escapar de sí mismo y eso lo supo Freud y para el eso fue atroz, lo terrible de lo humano.

Pero ¿Tiene que doler? Hay matices en los que toda la psicología y el más aún el psicoanálisis con todo su poder incluso, cae y allí, se esclaviza pues su saber fácilmente se transforma en síntoma y cae en lo que siempre ha evitado caer, en convertirse una religión ¿Ahora, eso es malo? No lo creo, el psicoanálisis defiende su verdad así como el cristiano defiende a Jesucristo y cómo el indio defiende el arco y la flecha o cómo el hijo de la tierra defiende a su pachamama, incluso el psicoanálisis tiene muchísimo que decir frente a estas religiones o cultos, o procesos, el psicoanálisis en su estructura de verdad siempre tendrá las respuestas, pero eso no quiere decir que sean siempre verdades, los matices en los que el psicoanálisis se esclaviza  es que olvida que es una experiencia del corazón y del dolor del humano y pasa a ser un archivo más del sentimiento de poder y de saber que habita en la mente, en el pensamiento, y hay momentos en donde simplemente hay que saltar y dejar esa mente para redirigir la vida hacia el corazón.

En el corazón la experiencia del goce se concilia, se acepta y perdona, y precisamente estos dos últimos términos no entran en el léxico psicoanalítico porque pertenecen es al corazón, el lugar donde el humano puede dejar de luchar, de pensar y de resistirse, porque en el corazón la verdad mentirosa y ficticia del goce se hace una verdad que se transforma y es cuando algo propio renace.      

El psicoanálisis es claro cuando especifica que nada se cura, nada se modifica, pero si se tramita, ese tramitar lo podría pensar como un transformar, y en ese transformar siento que la renuncia del goce puede no necesitar pasar por la dolorosa vía de la frustración y la desesperanza, sino por la vía del amor, las lecturas de Jung proponen en esencia un reencuentro del humano con el niño y/o la niña que reside en él, creo que esa vía amplia un nexo para pasar y dar el salto hacia otra esfera que el psicoanálisis no toma, y es el espíritu, lo que quiero decir aquí es que primero la academia no forma y que la psicología se queda corta y el psicoanálisis va muchísimo más allá, pero… también se queda, y es preciso pasar, empacar el sueño imposible y decirle adiós de maneras que acercan más al humano consigo mismo mucho más de lo que lo hace la palabra  en el análisis. En este punto en donde el psicoanálisis es trascendido la humildad renace y en esa humildad la verdad del psicoanálisis es comprendida y vista desde el marco en el cual humanamente se presenta como experiencia de lo físico que cala en los afectos y desde allí encapsula al humano en la mente, lo deja preso de la repetición, y eso ya es mucho, bastante, más aún de lo que se puede aprender en la universidad, eso no lo enseña la academia, eso lo enseña la vida y el análisis, el psicoanálisis bajo los textos simplemente, es decir, el psicoanálisis como verdad teórico desprovista de análisis necesario y fundamental, se convierte en el síntoma más bello en el que se escuda y evade el humano, continuando así su vida de espejo, es decir, sanando lo propio por medio del otro, esa empresa es delicada, pues se trata del buscar en el amor resolver el Edipo, se trata de buscar hijos, de buscar padres, de buscar madres, en personas que no pueden ayudar… pienso que existir en la verdad del psicoanálisis es habitar en la verdad de ser espejos y con mucho trabajo de análisis dejar esa vida y saber qué es lo que uno es, y que es lo que uno no es. Y ese proceso es un proceso que pasa de largo y toca lo espiritual, necesariamente se toca y la decisión es abrir o no esa puerta.
  
El Psicoanálisis tal como yo lo pienso y lo siento, es un saber que no tiene porque matar nada de lo que reside en el humano que se examina y se sabe, la tarea es transformar lo que hay y esa transformación llega a lo espiritual, incluso cuando el psicoanálisis mismo tenga análisis y respuesta para eso, incluso cuando crea tener la explicación a ello, incluso en esos momentos, el sentir de lo espiritual lo trasciende, y paradójicamente el inconsciente empieza a leerse fácil, inmediatamente se sueña, para transformar ese sueño.

Siento que el psicoanálisis depura al humano mostrándole su inconsciente y lo que allí hay y siguiendo las palabras del Lacan en el seminario XI donde expresa que “el Inconsciente es el lugar de lo no realizado, de lo imposible”, entonces es optimo más que saber, sentir que una vez lo imposible se revela y sea con dolor o sea con aceptación perdón y amor, se deja ya esa historia derramarse por los poros hasta extinguirse, es justo pensar entonces que el inconsciente deja de ser inconsciente, pasa a ser consciente y más que consciente, se transforma en conciencia, y la conciencia es una luz de amor profundo por sí mismo que ilumina el inconsciente.

Mi invitación es que el psicoanálisis no sea una experiencia de palabra que interpreta, analiza y explica las cosas que pasan y comentan un grupo de amigos y conocidos para fortalecer lo que en la clínico sucede, el psicoanálisis es más y la clínica es tremendamente profunda y se pueden llegar a tocar cosas allí que incluso no se ven, mi invitación es a que el psicoanálisis se acompañe del análisis, condición fundamental para que el inconsciente sea visto, de lo contrario se queda en una justificación que te permite dar un discurso más o menos creíble y más o menos impactante, pero eso no hace mella, mi invitación es que el psicoanálisis vaya directo al corazón siempre. Ahí está todo lo que en la mente y en los sentimientos hace tanto ruido.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario